«En toda ideología hay personas razonables, pero también las hay irracionales; las confrontaciones ideológicas extremas van generando miedos y odios que, en caso de llegar a la guerra, hacen crecer a los personajes insensatos e irreflexivos de los distintos bandos, capaces de llevarse por delante a personas valiosas de ideas muy relevantes y diversas».
Francisco Manuel Fernández Merino – 15 de abril de 2025
Este nuevo relato familiar lo voy a centrar en mis bisabuelos Manuel Merino Díaz y Elena Montero del Oyo (en algunos documentos, escrito Hoyo). Parto con la ventaja de que hay un cuaderno dejado por mi bisabuela Elena en el que fue escribiendo las efemérides ocurridas en el ámbito familiar y al que puso el título con el que empieza este texto.
En este caso lo inicio desde el día en que se casaron en el Pardo, un 15 de abril de 1896, y lo terminaré con la muerte de mi bisabuela en 1938.
Pero si comentaré unos preliminares. Cuando nacieron en 1865/71, sus padres vivían un período histórico lleno de cambios y tensiones bajo el reinado de Isabel II, acompañados de una crisis económica y también de una crisis de subsistencia, esta última provocada por las malas cosechas de los años 67 y 68.

En el texto anterior ya os comenté sobre el momento histórico tremendo en que se vivía, y sobre la villa de El Pardo.
En este contexto nació mi bisabuelo y padre de mi abuelo Miguel, Manuel Merino Montero, el 6 de abril de 1865 en el pueblo de Olías del Rey, donde vivían sus padres: Manuel Merino Merino y Antolina Díaz Gutiérrez.
Este municipio se encuentra en la provincia de Toledo, y está situado sobre 2 cerros y 1 valle, un terreno descampado y árido que pertenece a la comarca de La Sagra; en él se encuentra el arroyo de Juan Lobar, afluente del Tajo, que nace al sur. Su clima lo consideraban benigno (Pascual Madoz, Diccionario Geográfico).
Linda con los términos de Yunclillos, Cabañas de la Sagra, Magán, Mocejón, Toledo y Bargas. Era lugar de parada de los reyes, otros nobles y mercaderes en su camino hacia Toledo, para prepararse y acicalarse.
Era conocida como Olías la mayor, hasta que el rey Felipe V, a mitad del XVIII le concede el título de villa, recibiendo la actual denominación.
En los tiempos en que nació Manuel tendría en torno a 132 casas de piso bajo (supongo que más las diseminadas por el camp), tenía su casa Consistorial con una cárcel, una escuela a la que asistía 40 niños, con una dotación de 1,600 reales (con «,» se señalaban los miles en la época), otra de niñas, sin dotación económica, concurrida por 20.
Tenía una bonita iglesia parroquial, dedicada a San Pedro Apóstol y 2 ermitas, la de Jesús Nazareno y la de Santa Bárbara.
Contaba con 320 vecinos (Cabezas de familia masculinos) y 1,224 almas (Total de personas), por lo que las viviendas estaban bien repletas.

Se surtía de aguas potables en una fuente dentro del pueblo, pero había otras en las inmediaciones, pero en estado natural, sin cañerías. Los caminos son vecinales y difíciles para el tránsito de carruajes; el correo se recibía en la estafeta del pueblo, por el conductor de Madrid a Toledo.
En sus campos se producía cereales con abundancia, aceite, vino y ciruelas exquisitas; se mantenía ganado lanar, y se criaba muy poca caza menuda.
Aunque Manuel Merino nació en el pueblo, parece que, en un momento determinado, junto a sus hermanos Juan y Bernardo, se quedaron a vivir en Madrid, no sé si con sus padres. Debieron de montar una cacharrería en la plaza de la Cebada, 10, en esquina, actualmente parece que hay un chino. Con un carro recorría con Bernardo los caminos vendiendo cacharros.

Mi bisabuela Elena Montero del Oyo (Hoyo), madre de Miguel, nació en el pueblo de Fuencarral el 25 de febrero de 1871. Allí empezó su vida junto a sus padres, Luís Montero Magano y Ángela del Oyo (Hoyo) López.
El pueblo está situado en el llano de una elevada colina, la combaten todos los vientos, y con más frecuencia los del Norte y Oeste, su clima es frio y sano (Pascual Madoz, Diccionario Geográfico).
Tiene 451 casas, la mayor parte de un solo piso bajo, distribuidas en calles irregulares; en la casa de ayuntamiento, en esa época, estaba la cárcel y la carnicería. Allí trabajaron algunos familiares como concejales en distintos momentos.
Había una escuela de instrucción primaria para niños, a la que concurrían sobre 72 bajo la dirección de un maestro, y dotado con 2,200 reales; y otra de niñas a la que asisten 63, cuya maestra recibe 1,100 reales. Entre ellos hubo multitud de niños y niñas con nuestros genes.
En la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel fueron bautizados cientos de ascendientes nuestros que allí nacieron, estaba servida por un párroco; un teniente nombrado por aquel, y 12 eclesiásticos (personas relacionadas con la iglesia o el clero) sin obligación alguna. Con esta parroquia, mi abuelo Miguel solía ir en los años 20 y 30 del siglo XX, al atardecer, para enseñar a leer a las personas analfabetas, que por aquel entonces eran muchas. ¿Quién me iba a decir que este mismo trabajo gratuito en la parroquia lo iba a realizar yo 70 años después como funcionario, y sin tener ni idea de que él lo hizo? Me lo contó un día mi madre cuando yo les estaba comentando que trabajaba en un centro de adultos.
En las afueras de la población se encuentran 3 ermitas, San Roque, Sta. Ana, que servía de cementerio y el Sto. Cristo del Humilladero; anteriormente también hubo un famoso santuario, el de Ntra. Sra. de Valverde, cuyo edificio estaba ya en esa época bastante deteriorado.
Los caminos se dirigen a los pueblos limítrofes y la carretera de Madrid a Francia. El correo se recibía de la administración de la capital por balijero.
El pueblo contaba con 4 fuentes, 2 de aguas salobres, y las otras 2, dulces. El término lo confinan las localidades de Alcobendas, Hortaleza, Chamartin, Madrid y el Pardo. En sus tierras se encuentra algún viñedo y un monte de chaparro bajo, llamado Valdelata, perteneciente a propios, en el que se encuentra una famosa casa de campo. El terreno es arenoso y de cortos productos (productos perecederos de comercialización en corta distancia). Se producen cereales y hortalizas, uvas de todas clases, algún aceite, y sobre todo exquisitos nabos. Mantiene ganado lanar, cabrío, algunas mulas para labor y bueyes; y cría caza de liebres, conejos y perdices. Principalmente viven de la agricultura, pero hay 3 fábricas de jabón duro con sus correspondientes almacenes de aceite, un molino de chocolate y exportación de los frutos sobrantes.
Allí vivían 450 vecinos, en total 1,800 almas.
Elena Montero, al menos tenía un hermano, Francisco, y debieron de vivir más en el Pardo que en Fuencarral hasta su casamiento. Según mi madre, era una mujer grande, y por eso decía que la llamaban «la Pampana».
Voy a seguir el mismo esquema seguido en los textos de Elena, que incluyo en este relato. Como en el texto anterior, intento ponerme en su lugar para intentar acercarme mejor a la comprensión de su recorrido por la vida, pongo en un azul más vivo sus anotaciones:
Nos casamos en el Real sitio del Pardo el día 15 de abril a las 10 de la mañana el año 1896, en miércoles, por el cura don Marcelino.
Yo tenía 25 años y él 31. Mis padres me acompañaron a la iglesia. Los padres de Manuel están fallecidos, él los echó de menos durante la ceremonia, es muy creyente, como mi madre. Fueron testigos en mi boda mi hermano Francisco Montero y el marido de mi prima y amigo, Casto Guiñales. Fue un día maravilloso, soleado y luminoso, veía a lo lejos que las plantas estaban en flor en el jardín del palacio, animándome al terminar de cruzar la plaza en mi camino hacia la iglesia.
Me fui con mi marido a vivir y trabajar en la cacharrería que tiene en la plaza de la Cebada, 10, en Madrid. Está lleno de cacharros de todo tipo, que él conoce bien. Le ayudan sus hermanos continuamente.


Manuel tiene un carro con una mula, con el que va recorriendo los pueblos de nuestro entorno con los cacharros que le van demandando en ellos. Es una vida dura, sobre todo el viajar con el carro, que cuando hay barro encalla y cuando hay helada resbala. El frío y el calor hay que sobrellevarlo lo mejor posible, como te quejes mucho estás perdida.
Yo les hecho una mano en la cacharrería y he tenido que repasar las cuentas para no equivocarme, y las monedas, que hay un montón y no quiero que me de gato por liebre.
Me he quedado embarazada empezando este otoño, Manuel se ha puesto muy contento y mis padres también.
Nació el niño Miguel el día 8 de mayo a las 2 ½ de la tarde en sábado en la plaza de la Cebada Nº 10 Cacharrería y se dio bautismo en la Parroquia de San Andrés el día de San Isidro a las 6 ½ de la tarde en el año 1897.
Nos acompañaban mis padres; vinieron de testigos 2 amigos, Benito Quintela, que era de Santa María del Monte, Lugo y José Arias, éste de Babia, León.
Madrid está de fiesta este día de su patrón, y en las calles hay movimiento y alegría, yo me creo que es para darle la bienvenida a mi hijo.

Otra vez embarazada, esta vez finalizando el otoño, estamos muy contentos, Miguel crece rápido, ahora tengo que ir detrás de él para que no rompa nada ni se tire algo encima cuando estamos en la cacharrería.
El niño Manuel nació el día 22 de julio a las 4 de la tarde en sábado en la plaza de la Cebada N.º 10 Cacharrería y se le hizo cristiano el día 29 a las 8 de la noche en la Parroquia de San Andrés en Madrid en el año 1899.
Manuel ha cumplido su primer añito y Miguel ya tiene 3, me ayuda en la tienda, cuando no está moviendo o probando los cacharros, está mirando y jugueteando con su hermano, lo distrae haciéndole gracias y sonidos.
El niño Manuel Merino murió el día 12 de diciembre a los 16 meses y 19 días, a las tres de la mañana en Madrid en la casa que nació.
Enfermó y murió sin poder hacer nada por él. Peor dolor no se puede tener, lo estoy pasando muy mal, pero no puedo dejar de trabajar, la gente nos está ayudando mucho. Está siendo un final del año 1900 muy triste. Mi marido está muy afectado, pero es tiempo de ventas y no tiene más remedio que coger la mula e ir por los pueblos, algún día se lleva a Miguel con él, que le ayuda a ordenar y pasar un trapo por los cacharros, le encanta ir con su padre por los pueblos.
Llevo 2 faltas, puede que esté embarazada. Me dice Manuel que he de cuidarme y que no haga mucho esfuerzo.
La niña Luisa nació en la misma casa que sus hermanos el día 10 de Julio año 1901 en miércoles a las 4 de la tarde y se bautizó en San Andrés el día 18 de Julio, fue padrino su hermano Miguel, el mayor, de 4 años de edad.
Mi niña Luisa está creciendo muy bien, mi hijo Miguel, que ha vivido la pérdida de un hermano, está volcándose con su hermana, y me ayuda mucho.
Nos mudamos de la plaza de la Cebada el día 10 de Julio de 1902 y nos fuimos a Toledo 121.
No estamos muy lejos de nuestra tienda, por lo que nos viene muy bien.


Miguel ha empezado a ir al colegio, es muy aplicado y aprende mucho. Dice Don José, su maestro, que es un preguntón, que lo quiere saber todo. Cuando estamos con mi madre, Ángela, ella le pone a escribir y a leer, está muy encima de él, también se lo lleva a la iglesia y le está enseñando a rezar, lo quiere muchísimo. Yo a veces me enfado, creo que porque a mí de chica no hacía más que regañarme y ahora, a Miguelín le da todo lo que quiere, lo está malcriando.
La niña Antolina nació en el Real Sitio del Pardo en el año 1904 el día 12 de enero a la 1 ½ de la mañana en casa de sus abuelos y se la bautizó el día 21 en el mismo año.
Estando aquí, en casa de mi madre, ella me ayuda con los niños, ya que Manuel tiene que ir a vender por los pueblos en el carro y apenas puede estar conmigo. Miguel ha hecho la primera comunión, le compró el traje su abuela, que lo ha acompañado en todo momento, llevándose con ellos también a mi Luisa.
Murió Antolina el día 4 de Julio del mismo año a las 5 de la tarde en la casa que nació y se la enterró el día 6.
Tenía poco menos de 6 meses, la enfermedad se la llevó. Qué injusta es a veces la vida. Rezo mucho para que se acaben las desgracias.
Mi padre Don Luis Montero murió el día 26 de abril a las 4 de la tarde del año 1905 a los 55 años de edad en el Real Sitio del Pardo en la casa de la Plaza.
Casi han pasado 10 meses desde la muerte de Antolina. Fue un buen padre y lo echaremos mucho de menos.
Murió Bernardo Merino en Madrid el día 29 de abril de 1907 en la carrera de San Jerónimo de repente a consecuencia de un vómito de sangre a los 40 años de edad, está enterrado en Madrid en el campo santo del Este, era hermano mío.
Otra pena muy grande, tan joven. Nos ayudaba en la tienda, le echaremos mucho de menos. Manuel está muy afectado con esta muerte de su hermano, estaban muy unidos y trabajaban mucho juntos, se llevaban muy bien.
Mi hijo Miguel está yendo al colegio con los curas en El Pardo, se queda muchos días con su abuela Ángela en el Pueblo.

Mi madre se ha llevado a Miguel a Zaragoza, son las fiestas del Pilar y ella quería que viera a la Virgen. Estoy preocupada, es muy chico, pero mi madre lo sabe sobrellevar y él se porta muy bien con ella.
Hemos recibido carta de mi madre y de Miguel desde Zaragoza, se ve que se lo están pasando muy bien. Eso me pone contenta.
Parece que se lo han pasado muy bien a pesar de la paliza del viaje.
Se fueron en el tren rápido, son siete horas de viaje, muchas para un niño tan pequeño.
Lo dicho, la abuela le da todos los antojos que tiene, me lo mallcría.
Llegan muy de noche, iré con Manuel a recogerlos, porque seguro que el niño llega dormido.

Mi querido esposo murió el día 24 de marzo a las 4 de la tarde de 1909 a los 44 años de edad menos 13 días en el Real Sitio del Pardo en la casa de la plaza, llevándosele a las 5 y media al depósito sin mortaja y sin entierro por haber muerto de mal contagioso el día de San Agapito.
Todo fue por ayudar a un amigo, al que vio caído en la calle, postrado por la enfermedad sin poder llegar a un Hospital. El amigo murió y él, que lo llevó como pudo, al poco enfermó y también murió. No pudimos enterrarle, no nos lo permiten, rezamos por él.
He estado unos días con mi madre, su fuerza y el ver a mis hijos tan chicos, Miguel cumplirá los 12 en mayo y Luisa los 8 en julio, me ha devuelto las ganas de seguir por este duro camino. Están siendo muchos golpes, pero a pesar del enorme dolor que siento, tengo que tirar para adelante con la cacharrería. Menos mal que mis padres, mi familia y las amistades me ayudan.
Le he pedido a Miguel que me ayude en la cacharrería, pero mi madre le había convencido de que se metiera en el Seminario, y él quiere ser cura con los frailes.
Mi hijo está en el seminario, quiere hacerse cura, está con los frailes.

Miguel está trabajando en la imprenta en el Seminario con los frailes, es un manitas, ha aprendido a utilizarla y también a arreglarla cuando no funciona bien.
Están muy contentos con él, es muy habilidoso y además muy religioso. Tiene muchos amigos entre los curas.
Me ha dicho mi hijo que le gusta la Paula, es vecina de mi madre, de la plaza, parece una chica muy fuerte y ayuda mucho a su madre. Me ha dejado caer que si siguen siendo novios, cuando acabe el curso dejará el Seminario, aunque seguirá colaborando con los curas en la imprenta.

Mi hija Luisa está trabajando conmigo vendiendo cacharros, se ha hecho con el manejo del carro. El lechero se viene con nosotros, a él le viene bien para ahorrar esfuerzos al vender leche y a nosotras nos da seguridad, los caminos son muy traicioneros. No puedo sola con este trabajo, es muy duro.
Durante este verano de 1914, ha empezado una gran guerra en el centro de Europa, me cuentan mis amistades que algunos países grandes están invadiendo a otros más chicos, y el resto está formando un bloque para luchar contra los invasores. Nuestro país se ha declarado neutral y parece que los hombres no tendrán que ir a esta nueva guerra. Menos mal.
Mi inolvidable madre murió el día 1 de octubre de 1914 a las 6 de la mañana, a los 56 años de edad en el Real Sitio del Pardo en la casa de la plaza; se la enterró el mismo día a las 6 de la tarde en la misma sepultura de mi padre, esposo suyo, se llamaba Ángela del Oyo.

He dejado la casa de la calle Toledo y me he venido a vivir a la casa que era de mi madre. Mi hija Luisa me está ayudando mucho, no se que haría sin ella, solo tiene 13 años. Le he vuelto a pedir a Miguel que se venga conmigo a ayudar, pero no quiere dejar lo que está haciendo con los frailes.
Miguel me comentó que tiene planes de casarse tras la primavera, después de cumplir los 18. Le he dicho que aún es muy joven y que es muy pronto para hacerlo, que espere, pero él está muy convencido y no quiere escucharme.
Hoy me he encontrado por la tarde con Victoria, la madre de Paula, me ha dicho que ella lleva semanas cosiendo su ajuar, se ha bordado los juegos de sábanas y la cortina para la cantarera de madera a punto de cruz, dice que aprendió a hacer puntillas de bolillo que está colocando en los bordes de sus sábanas y toallas.
Mi hijo y Paula están terminando de preparar la boda, Miguel me ha pedido dinero para comprarse unos zapatos nuevos, y se me ha enfadado cuando le he dicho que no. Él no quiso trabajar en la cacharrería y ahora no me parece bien que me pidiera dinero, con lo que estoy sufriendo. Se ha enfadado mucho conmigo.

Mi hijo Miguel se casó el día 26 de junio de 1915 a las 10 de la mañana en el Real Sitio del Pardo, a los 18 años de edad, un mes y 18 días.
Su mujer se llama Paula Amalia Gutiérrez López y tiene 22 años, es hija de Damián y Victoria, mis vecinos del Pardo. Los casó en la Capilla Real el cura Don Ildefonso. Fueron sus testigos Tomás Perdiguero e Ignacio León.
Miguel, se va a tener que ir a hacer las milicias a Barcelona, me da un poco de miedo, porque allí me han dicho que hay muchos conflictos y huelgas, pero él me ha asegurado que en el cuartel a donde va no pasan esas cosas. Mi nuera se va a quedar a vivir conmigo y con mi Luisa.
El primer hijo de Miguel nació el día 11 de septiembre a las 1 ½ de la madrugada, el día de Santa Teodora del año 1916 en el Real Sitio del Pardo en mi casa de la plaza.

Se llama Manuel y se ha bautizado el día 17 en la capilla de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción por el cura Faustino. Fueron sus padrinos Alejandro Gutiérrez y Luisa Merino, mi hija; ellos son sus tíos.
Hay una epidemia de Gripe que, según me cuenta mi Luisa que se entera de todo, se está extendiendo por todo el mundo, el pequeño hospital del pueblo está abarrotado, y está muriendo gente, nos vemos obligados a ponernos un pañuelo sobre la boca cuando estamos cerca de los demás; no nos relacionamos mucho con nuestros vecinos, tenemos mucho miedo.
La gran guerra europea parece que ha terminado, menos mal, da miedo tan cerca; parece que ha sido la culpable de que los precios hayan subido tanto y de que los jornales sigan igual, ahora muchas cosas no las podemos comprar.
Hoy ha ido Paula con su madre a hacer una foto a mi nieto Manuel, para enviársela a su padre a Barcelona. Está para comérselo, como un señor en su sillón.

Con esta gripe que no acaba, el negocio está yendo muy mal, apenas viene gente a comprar nada, y cuando vienen, la verdad es que nos da miedo a Luisa y a mi de contagiarnos, ha muerto muchísima gente. En los viajes con el carro está pasando lo mismo, la gente no se acerca por miedo y no está siendo rentable, salimos muy poco. He hablado con Luisa para ver que hacemos con la cacharrería, así no podemos seguir. Esperaremos un poco más.
Mi hija Luisa lleva unos meses saliendo con Justo Montes, un buen muchacho que la quiere mucho, hoy por la noche querían hablar conmigo y me han dicho que quieren vivir juntos en mi casa. Yo no he podido negarme, aunque bien no me parece del todo, es muy joven y están sin casar aún.
Damián, mi consuegro, me ha dicho que, en un país muy lejano, Rusia, llevan unos años en guerra entre el Zar, que es como un emperador y los bolcheviques, que son revolucionarios y que por fin ha terminado la guerra, ha caído el imperio ruso y ha ganado la revolución, después de oírle no me queda muy claro si eso es bueno o malo, menos mal que ese país está muy lejos. Parece que en China ha pasado lo mismo.
La segunda niña de Miguel nació el día 12 de mayo de 1919 a las 5 ½ de la mañana en el Pardo en mi casa de la plaza el día de Santo Domingo de la Calzada.

La llamaron Luisa y se bautizó en la parroquia, como sus hermanos, por el cura Don Antonio. Fueron sus padrinos mi hija Luisa y su marido, Justo Montes.
Su padre tiene 22 años y está en Barcelona haciendo la mili, no pudo llegar, su madre tiene 25. La he inscrito yo en el registro. Su tía y madrina Luisa cumplirá 18 en julio, está que no vive con su segunda sobrina.
Según dicen los periódicos la epidemia de gripe se ha llevado cerca de 150.000 personas, en Madrid han muerto muchísimas.
Mi hijo ha terminado la mili y ya está aquí, han arreglado la casa de Fuencarral que le dejó su abuela Ángela en la calle Nuestra Señora de Valverde, 61, y esta semana parte hacia allá, llevando sus cosas y sus 2 hijos en el carro.
Aunque me han prometido que vendrán muchas veces y estamos muy cerca, les voy a echar mucho de menos. El se ríe de mí y me dice que «solo están a una legua de mí», una hora andando. A él le parecerá poco, pero para mí es ya mucho.
Miguel está trabajando a jornal en lo que le va saliendo, le aprecia mucho la gente y trabaja muy bien, se defiende. Por las tardes está yendo a la Parroquia de San Andrés Arcángel, colaborando en lo que van necesitando, también está enseñando a leer y escribir allí, tienen montadas unas clases de alfabetización para los que no saben leer ni escribir y para aprender las cuentas. Está muy contento.
El día 20 de febrero de 1921 fueron sacados los restos de mi esposo Manolo siendo trasladados a la sepultura de mis padres, trayéndome un recuerdo los que le sacaron que es un diente.
Nació la niña M.ª del Carmen el 18 de mayo a las 1 ½ de la mañana en Fuencarral en el año 1921.
Es la tercera hija de Miguel, y la primera que nace en Fuencarral, como yo. Su padre tiene 24 años y su madre, 27.
Fue bautizada en la iglesia de San Miguel Arcángel donde yo lo fui cuando nací.

Mi vecino y farmacéutico del Pardo Don José Beato Guerra ha dado la noticia en el boletín que hace y que llama «El Eco de El Pardo».

Mi nieto mayor Manuel ha hecho su primera comunión en mayo de este 1923 en Fuencarral. Iba muy guapo.

Nos hemos enterado de que el Rey ha cedido el poder al General Miguel Primo de Rivera que ha dado un golpe militar. Me dice Miguel que hay mucho malestar en Madrid, aunque aquí está todo bastante tranquilo.
Nació la niña de Luisa el día 3 de marzo a las 3 ½ de la tarde de 1923 en la casa de la plaza se llama María Soledad.
Mi hija me ha dicho que el Directorio Militar dirigido por Primo de Rivera está destituyendo a los gobernadores, alcaldes y concejales y los están reemplazando por militares; han detenido a algunos de mis familiares que eran concejales en Fuencarral, acusándoles falsamente de quedarse con dinero del ayuntamiento, los han llevado a la cárcel modelo de Madrid.
Se casó mi hija Luisa con Justo su único novio, padre de Soledad, el día 8 de enero de 1925 a las 3 de la tarde en el Real Sitio del Pardo, día del cumpleaños del padre de Justo.

La familia de mi marido ha venido desde Olías del Rey para ver a mis hijos, les quieren mucho.
Mi nieta Luisa ha hecho su primera comunión en la iglesia del colegio Divina Pastora de las monjas, al que va.
Miguelín nació el día 21 de diciembre de 1926.
Lo hizo a las 10 de la mañana en su casa de Fuencarral. Su padre tiene 29 años y Paula 33.

Miguel ha montado una empresa de alquiler de bicicletas. El otro día me encontré a mi consuegro Damián y está muy orgulloso de mi hijo, dice que es una persona muy emprendedora.
Está habiendo muchas dificultades ahora para encontrar trabajo, escasea y él siempre ha sabido buscarse la vida.

Luisa y yo hemos decidido que no podemos seguir con la cacharrería. Como tengo un dinero de mi madre, voy a arreglar la casa y vamos a poner una taberna en el Pardo, cerca de la casa. Esperemos que todo vaya bien.

Miguel ha montado también en Fuencarral una orquesta que toca en las procesiones y fiestas, y mi nieto Manolo toca la trompeta, está muy gracioso con su uniforme.
Se lo toma muy en serio, lo hace bien.
Mi hijo ha venido a verme y me ha traído esta foto de Manuel con su cornete.

Miguel y Paula

Mi nieta Carmen, ha hecho la primera comunión en la iglesia del colegio Divina Pastora de las monjas, al que va.
Mi hijo Miguel va a empezar a trabajar de chófer con el dueño de una empresa de jabones de Fuencarral, pero primero tiene que ir a Ciudad Real donde tiene que sacarse el carnet para conducir el modelo de coche que va a llevar, también tiene que aprender mecánica, para arreglarlo cuando se estropee. Dice que pronto todo el mundo tendrá que aprender a llevar automóviles, como él los llama.
El Rey está apoyando al General, algunos vecinos creen que era necesario ya que había demasiadas huelgas e inestabilidad, otros creen que no ha sido buena idea y que al final esto le pasará factura al Rey, porque ya no van a confiar en él.
Me cuenta Paula que Miguel no para de hacer arreglos a la casa, es muy vieja y continuamente surgen problemas, dice que lo lleva bien, lo va haciendo poco a poco, tiene mucha maña y paciencia para eso.
El trabajo en el bar es muy esclavo y duro, no tiene horas, a veces tengo dudas si hemos hecho una buena elección, sobre todo lo digo por mi hija. A veces hay discusiones muy fuertes que casi llegan a las manos, sobre todo de política. Lo bueno es que allí te enteras de todo rápidamente, la gente habla muchas veces en voz muy alta.
Mis parroquianos han estado hablando todo el día del fin de la Dictadura de Primo de Rivera, dimitió ayer 28 de enero de 1930 y dicen que se va a formar un nuevo gobierno militar y que están acordando con los distintos partidos políticos qué hacer en los próximos meses.
El gobierno militar ha convocado elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Las mujeres no podemos votar.
En la taberna hoy, 14 de abril no han parado de hablar de los resultados de las elecciones municipales en los que han ganado los partidarios de la república sobre todo en las capitales de provincias. En alguna se ha izado la bandera tricolor republicana y la gente en algunos cafés y tabernas, cantaban y tocaban la marsellesa. Al medio día comentaban que se iba a declarar la República y se iban a convocar unas elecciones nacionales. Dicen que la mayoría de los partidos tanto de izquierdas como de derechas estaban de acuerdo en esto, porque el rey apoyaba la dictadura que nos ha asolado estos últimos años.
Ayer mientras un gobierno provisional declaraba la república a última hora de la tarde, el rey salió de Madrid en su coche hacia Cartagena, para coger un barco hacia Francia. Su familia lo ha hecho hoy a primera hora en tren.

En el pueblo hay opiniones de todos los gustos, los que están contentos con esta marcha y los que no, y las discusiones acaban a veces mal.
Estos días las conversaciones en la taberna se han centrado en las próximas elecciones generales del 28 de junio de 1931. Han rebajado la edad para votar de los 25 a los 23 años, pero solo lo pueden hacer los hombres. Aunque ahora pueden ir en las listas de los partidos las mujeres, son poquísimas las que están.
Después de las elecciones generales, que ganaron los partidos de izquierdas, y perdieron los partidos monárquicos que solo obtuvieron 50 diputados, han estado haciendo una nueva constitución, dicen que democrática, en la taberna se comentan algunas cosas que incluyen, como que las mujeres vamos a poder votar.

Hoy ha venido mi hijo y mis nietos de paseo a vernos al Pardo.
El hijo de mi consuegra, Luis se ha llevado a mis nietos de paseo con su caballo, por el camino del río, han venido todos emocionados por la experiencia.
Mi nieto Miguelín ha hecho su primera comunión este mayo. Me he quedado con esta foto, tiene carita de bueno y parece muy formalito.

Mi nieta Carmen, que ha ido todos estos años al colegio de las monjas Divina Pastora de Fuencarral, ha terminado la enseñanza básica y lo ha dejado.
El 19 de noviembre de 1933 votó mi hija Luisa por primera vez, Miguel fue a votar a Fuencarral con Paula, y Luisa, fue con Paula aquí, yo me quedé en la taberna trabajando.

Mi nieto Manuel ha salido teatrero, me contó Miguel que va a actuar en una obra para sus compañeros allí en Fuencarral allí en Fuencarral, pero yo no paro con el trabajo en la taberna y no puedo ir.
Me ha dicho Paula que lo hizo fenomenal, que les aplaudieron mucho todos los que fueron a verlos y le felicitaron sus profesores. Es un verdadero artista.
En el año 1933 se hizo la reforma en la casa de Fuencarral que fue de mis abuelos, el coste de la reparación fue de 4.712 pts.; empezó a alquilarse el día 10 de junio del mismo año en 55 pts.
Los de Olías del Rey vuelven a visitar a Miguel. En estos tiempos tan difíciles le hace mucho bien verlos.

Mi nieta Carmen tiene el paludismo, está bastante afectada, apenas se puede mantener en pie. Paula está muy preocupada, está siendo una enfermedad larga, aunque parece que mejora muy poco a poco. Qué de enfermedades se cogen en estos años, le ha dicho el médico a mi hija Paula que debe de comer algo más y beber mucha agua para que su cuerpo se defienda mejor de ellas. Ella come bien, pero es que a veces no les da para más el jornal de Miguel.
Mi nieta María Soledad, hija de Luisa murió por enfermedad infecciosa el día 13 de mayo de 1934 en mi casa del Pardo. Tenía 11 años y 24 días.
A primeros de octubre me comentó Luisa que está embarazada, ella y Justo están muy contentos, es un nuevo renacer tras el duro palo que se llevaron en mayo.
Mi nieto Luis Montes Merino nació el 23 de mayo de 1935 en mi casa de la plaza.
El 29 de marzo de 1936 murió el padre de Paula, Juan Damián.
He tenido 4 hijos, 2 vivieron y dos murieron en estos años, una vida dura y difícil, las enfermedades nos han golpeado una y otra vez. Miguel es un manitas, es muy exigente y religioso; Luisa es muy trabajadora y fuerte, puede con todo lo que le eche la vida encima. Y aunque no me llevo bien con mi hijo, que me regaña mucho, estoy muy orgullosa de los dos.
Estos tiempos están siendo muy complicados, tenemos mucho miedo, además de hambre, han detenido a varios amigos y vecinos, y también algún cura y fraile, vemos mucha gente armada. Son situaciones en las que no sabemos que hacer, cuando te cruzas con alguien, dudas de si es un amigo que te aprecia o un enemigo que quiere que te detengan.
Ayer unos milicianos detuvieron a mi hijo Miguel en la plaza. Después de comer, escuchamos el ruido de un avión que se acercaba, y Miguel salió a la plaza y mientras estaba allí, aparecieron unos milicianos y se lo llevaron; lo tienen en la cárcel del pueblo.
Miguel nos había dicho que se había levantado el ejército en Marruecos contra la república, y que venía hacia Madrid, y ayer, 18 de julio, se vino con Paula y sus hijos dando un paseo desde Fuencarral, porque se había convocado huelga general contra esta sublevación militar y el ambiente de las calles de Madrid estaba muy tenso. Su jefe, un empresario de jabones de Fuencarral, le dijo que no fueran al trabajo, porque pensaba que podían aparecer problemas.
Durante la comida, en mi casa, Miguel nos dijo que habría guerra y puede que tuviera razón y que ya ha empezado. Luisa y yo tenemos miedo, están deteniendo a mucha gente, el ambiente está muy caldeado.
Me ha dicho Paula que su hermano ha sabido que han llevado a mi hijo a la cárcel Modelo, en Argüelles.
Miguel le está enviando cartas todos los días a Paula, ella me las lee, no para de llorar, tiene mucho miedo; dice que está con algunos frailes en una celda, y que rezan mucho para que todo esto acabe pronto. Ella le escribe, aunque su hermano Damián le ha dicho que tenga cuidado con lo que le pone, no nos vaya a perjudicar.
El 7 de septiembre murió José Gutiérrez Barajas, tío de Paula y hermano de Juan Damián.
Ayer 10 de septiembre nos dijeron que habían disparado a Miguel y le habían matado en el kilómetro 10 de la carretera de Francia, Paula fue allí con algunos de sus hermanos y lo encontró, le han dicho que lo mataron el 9 a la una de la madrugada.

Nos han contado que a Miguel le soltaron junto a sus compañeros, pero que, al sacarlo de la cárcel, estaban unos milicianos esperándolos con un camión y les obligaron a montarse y se los llevaron, y que ellos fueron los que le dispararon.
Lo enterramos en el cementerio de Fuencarral. Todos estamos destrozados, mis nietos echan mucho de menos a su padre.
En la taberna lo pasamos mal, hay mucha desconfianza, ya nadie habla en voz alta, se cuchichea mucho. Cuando alguien toma varias copas se envalentona y empieza con las bravuconerías, nos ponemos nerviosas. Menos mal que mi Luisa es valiente y cuando dice hasta ahí ha llegado la discusión, todos la respetan mucho.
Se están produciendo combates en los alrededores de Madrid. El ejército ha ocupado El Pardo y se han instalado en El Cristo, están reforzando algunas zonas del monte por donde hay lucha. En el bar preparamos bocadillos para los soldados y algunos guisos.
Hace unos días, vinieron para decirle a Manuel que tenía que ayudar a cavar trincheras en el frente, y eso está haciendo todos los días.
El 25 de octubre han matado a mi nieto Manuel. Nos han dicho que se lo llevaron de la trinchera para entregarle un papel. Apareció asesinado a tiros en el kilómetro 3 de la carretera de Fuencarral.
Solo tenía 20 años, tenía una novia y era muy bueno, que injusta es la vida muchas veces.

Paula se ha ido a casa de su hermano Juan Francisco con sus 3 hijos, son aún muy jóvenes: Luisa de 17, Carmen de 15 y Miguel de 10; se quedarán en una habitación en su casa de la calle Mira el Río, 9. Nos ayuda haciendo bocadillos y algunas comidas, pero no se deja ver mucho, tiene mucho miedo.
Me ha dicho Luisa que Paula está muy mal, no es capaz ni de levantarse, su hermano y su hija Luisa, están intentando que siga adelante.
Estos últimos años la vida nos ha atropellado, lo estamos pasando muy mal, la guerra, el temor constante, el hambre y las enfermedades no nos abandonan, me está siendo muy difícil poder tirar para adelante. Son muchas las pérdidas ya y el dolor que siento en tan grande que me cuesta todo mucho.
Para sobrevivir mis nietas lavan ropas de los soldados gran parte del día, y también preparan comidas que les venden.
Mi hija Luisa y su esposo Justo me acompañan y me dan mucho ánimo.

Elena murió en el Real Sitio de El Pardo el martes 15 de marzo de 1938, tenía 67 años. Madrid estaba bajo asedio desde noviembre de 1936 y continuaba resistiendo los ataques del bando sublevado.
Los combates eran intensos, con bombardeos y enfrentamientos constantes entre las fuerzas republicanas y franquistas. Y a ella … se le acabaron las ganas de vivir.


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